La edición de noviembre de 2025 de la Green500 confirma que la carrera por la eficiencia energética se ha convertido en el motor principal de la innovación en supercomputación. Por primera vez, el podio está completamente dominado por sistemas europeos que comparten la misma arquitectura: la plataforma BullSequana XH3000 combinada con Grace Hopper Superchip y aceleradores NVIDIA GH200, acompañados de interconexión InfiniBand NDR200, un conjunto que marca el estándar tecnológico del momento. Lidera la clasificación KAIROS, del centro CALMIP en Toulouse, alcanzando 73,28 GF/W, seguido muy de cerca por ROMEO-2025, en la región de Champagne-Ardenne, con 70,9 GF/W, y por la extensión GPU del sistema Levante en el DKRZ alemán, que completa el top 3 con 69,43 GF/W. Este liderazgo europeo no solo refleja una apuesta decidida por la sostenibilidad, sino también una estrategia clara: adoptar arquitecturas híbridas CPU–GPU diseñadas específicamente para balancear rendimiento extremo y consumo reducido, demostrando que es posible escalar sin incrementar de forma descontrolada el uso energético.
Además, los resultados de esta Green500 muestran una tendencia clara en la industria: el foco ya no está únicamente en alcanzar cifras récord de FLOPS, sino en lograr la máxima eficiencia por vatio, una métrica que se vuelve crítica tanto por razones económicas como ambientales. La madurez de la tecnología Grace Hopper confirma que la integración estrecha entre CPU y GPU, unida a memorias de gran ancho de banda, ofrece ventajas decisivas para cargas de trabajo mixtas de HPC e IA. Este avance tiene repercusión directa en el cloud computing, donde los principales proveedores han comenzado a incorporar nodos GH200 y arquitecturas de alto rendimiento energéticamente optimizadas en sus ofertas HPCaaS. La nube, tradicionalmente asociada a mayor flexibilidad pero menor eficiencia que los supercomputadores dedicados, empieza así a acortar distancias: adopta hardware de última generación, mejora redes internas de baja latencia y avanza hacia modelos híbridos en los que el rendimiento, el coste energético y la sostenibilidad trabajan juntos. En conjunto, la Green500 de noviembre 2025 no solo reconoce a los sistemas más eficientes del mundo, sino que anticipa cómo será la infraestructura computacional del futuro: más verde, más híbrida y más alineada con las necesidades de IA y HPC modernas.



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