La 66.ª edición de la lista TOP500 (https://www.top500.org/lists/top500/2025/11/) publicada el 18 de noviembre de 2025, confirma que la supercomputación de alto rendimiento (HPC) entra en una fase madura de exascale operacional, mientras la nube y las arquitecturas híbridas CPU-GPU‐cloud ganan peso e importancia estratégica.
- El sistema El Capitan (en el Lawrence Livermore National Laboratory, EE.UU.) mantiene el primer puesto con un rendimiento HPL de 1,809 exaflop/s.
- Le siguen Frontier (#2) con 1,353 exaflop/s y Aurora (#3) con 1,012 exaflop/s
- Importante hito europeo: el sistema JUPITER Booster, instalado en el centro Jülich Supercomputing Centre (Alemania) dentro del proyecto EuroHPC JU, alcanza los 1,000 exaflop/s y se posiciona en el #4.
- En el TOP10 aparecen varias plataformas europeas importantes: por ejemplo, HPC6 (Italia) #6 con 477,9 PF/s, ALPS (Suiza) #8 con 434,9 PF/s y LUMI (Finlandia) #9 con 379,7 PF/s.
¿Qué hay de la nube (Cloud) en esta edición?
Aunque los primeros puestos siguen copados por instalaciones on-premise de gran escala, la edición de noviembre 2025 del TOP500 muestra señales claras de que la nube está ya presente y consolidándose en el entorno HPC:
- El sistema Eagle, propiedad de Microsoft (en Azure), aparece en el #5 del ranking con 561,2 PF/s. Esto demuestra que un proveedor de nube pública puede entrar de forma destacada en el TOP10 de supercomputación.
- En los análisis de la lista se destaca que las arquitecturas heterogéneas CPU-GPU-interconectadas, que se emplean también en entornos de nube, representan una parte creciente del nuevo rendimiento agregado del TOP500.
- Esto abre la puerta a la convergencia HPC ↔ Cloud, en la que los entornos de nube pública ofrecen infraestructuras que, si bien no alcanzan aún los valores de los gigantes on-premise exascale, sí pueden servir como plataforma para cargas HPC/IA de escala elevada, con elasticidad, pago por uso y despliegue más rápido.
Tendencias tecnológicas e implicaciones para la computación en la nube
- Las arquitecturas basadas en GPU/accelerators siguen en alza, lo que favorece modelos de nube que soportan aceleración masiva para IA + HPC.
- Interconexión de alta velocidad (por ejemplo, Slingshot-11, InfiniBand NDR) sigue siendo clave en supercomputación; para la nube significa que los proveedores necesitan ofrecer conectividad de red de muy baja latencia y alto ancho de banda para competir en HPC serio.
- Growth de eficiencia energética y especialización en IA/HPC: esto también apunta a que la nube se debe adaptar para ofrecer infraestructuras altamente eficientes, no solo commodity. La lista Green500 (eficiencia por Watt) está liderada por sistemas europeos con arquitecturas “Grace Hopper / Superchip”.
- Para la nube, los impactos incluyen: posibilidad de ofrecer super-clusters HPC como servicio integrado (HPCaaS), despliegues híbridos nube + centro de supercomputación, y que los usuarios de HPC (investigación, industria) puedan utilizar la nube con garantías de rendimiento que antes sólo tenían los grandes centros.
Implicaciones para Europa y para un entorno de formación/universidad
- Para Europa es un buen momento: con JUPITER y otros sistemas europeos en posiciones altas, se demuestra que el continente ya no es “segundo” sino actor de primer nivel en exascale.
- En entornos universitarios y de investigación esto significa que:
- Las plataformas de nube y HPC deben pensarse conjuntamente: formación, servicios e infraestructuras se mueven hacia modelos híbridos.
- Las colaboraciones con redes de computación (centros nacionales y europeos) pueden beneficiarse del acceso a infraestructura HPC de última generación, complementada con servicios en la nube.
- Las habilidades demandadas ya no serán sólo “uso de cluster HPC tradicional”, sino también “uso de HPC en nube”, gestión de aceleradores, autoscaling, interconexión rápida, arquitectura híbrida.
Conclusión
La edición de noviembre 2025 del TOP500 reafirma que estamos en una era de supercomputación de escala exa, con Estados Unidos aún al frente, Europa ya dentro del club de exascale y la nube convergiendo hacia el HPC de alto nivel. De este modo se puede asegurar que la nube ya no es periférica al HPC, sino pieza integral del ecosistema.



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