TOP500 – Junio 2025: Exascale Consolidado, Avance Europeo y Continuidad del Cloud

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El pasado 10 de junio se publicó la 65ª edición de la lista TOP500, que clasifica los supercomputadores más potentes del mundo según su rendimiento en el benchmark Linpack (HPL). La edición de junio de 2025 confirma varias tendencias clave: el dominio consolidado de los sistemas exascale en EE. UU., la irrupción europea con JUPITER, el protagonismo de las GPUs en la aceleración de cargas de trabajo, y el papel creciente —aunque aún con limitaciones— de la computación en la nube dentro del ecosistema de la supercomputación.

Tres titanes exascale en cabeza

El Capitan, ubicado en el Lawrence Livermore National Laboratory (EE. UU.), lidera nuevamente la lista con un rendimiento de 1.742 exaFLOPS, consolidándose como el sistema más potente del mundo. No solo destaca en el benchmark HPL, sino también en HPCG (High Performance Conjugate Gradients), donde alcanza 17.41 PFlop/s, superando a competidores como Fugaku y Frontier. Le siguen en el ranking Frontier (ORNL, EE. UU.) con 1.353 exaFLOPS y Aurora (Argonne, EE. UU.) con 1.012 exaFLOPS, formando así un podio dominado por sistemas del Departamento de Energía estadounidense.

Europa entra con fuerza: JUPITER debuta

Uno de los hitos más destacados de esta edición es la entrada de JUPITER, el primer supercomputador exascale europeo desarrollado por el Jülich Supercomputing Centre en el marco de la iniciativa EuroHPC. Con un rendimiento de 793 PFlop/s, JUPITER se sitúa en la cuarta posición mundial y se convierte en el sistema más potente de Europa hasta la fecha. Construido sobre la arquitectura Grace-Hopper de NVIDIA, este sistema marca un punto de inflexión en la ambición europea por recuperar el liderazgo en HPC, destacando también por su eficiencia energética.

El cloud computing mantiene su presencia

La computación en la nube continúa teniendo un lugar relevante en la lista TOP500. El sistema Eagle, desplegado por Microsoft Azure sobre la plataforma NDv5 con GPUs NVIDIA Hopper, se mantiene en el quinto puesto con 561 PFlop/s. Aunque ningún otro sistema en la nube aparece entre los diez primeros, el caso de Eagle demuestra que las arquitecturas cloud son capaces de competir en la élite del rendimiento HPC, ofreciendo acceso flexible y escalable a recursos avanzados sin necesidad de infraestructura propia.

La era de las GPUs

Las unidades de procesamiento gráfico (GPU) siguen siendo protagonistas en el TOP500. En esta edición, 381 de los 500 sistemas están acelerados mediante GPU, y todos los del top 5 recurren a ellas. Las arquitecturas basadas en Grace-Hopper, en particular, están presentes en JUPITER, Alps, Eagle y LUMI. Este dominio reafirma la tendencia hacia la aceleración heterogénea como base para escalar el rendimiento en aplicaciones científicas e industriales.

Eficiencia energética: un reto en evolución

En paralelo al rendimiento, la eficiencia energética también es monitorizada a través de la lista Green500. El sistema JEDI (JUPITER Exascale Development Instrument), vinculado a JUPITER, encabeza el ranking con 72.73 GFLOPS por vatio, seguido por ROMEO-2025 y Adastra 2. Aunque El Capitan lidera en rendimiento puro, ocupa la posición 26 en eficiencia, con 58.9 GF/W. La búsqueda de equilibrio entre potencia y sostenibilidad sigue siendo uno de los principales desafíos de la supercomputación moderna.

Algunas cifras clave

Estados Unidos mantiene su hegemonía con aproximadamente 175 sistemas en la lista y cerca del 50 % del rendimiento agregado. Le siguen China con unos 47 sistemas, Alemania con 41 y Japón con 39. La concentración de sistemas en Norteamérica y Europa muestra una clara polarización geopolítica de la capacidad de cómputo más avanzada del planeta.

Conclusión

La edición de junio de 2025 del TOP500 confirma que el exascale ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad establecida. El Capitan, Frontier y Aurora lideran el rendimiento mundial, mientras que Europa irrumpe con fuerza con JUPITER. Las arquitecturas GPU siguen siendo la columna vertebral del HPC contemporáneo, y la nube mantiene su papel como alternativa viable para ciertas cargas de trabajo. Sin embargo, la eficiencia energética sigue marcando el límite entre lo técnicamente posible y lo operacionalmente sostenible. El horizonte de la supercomputación se amplía, y con él, el desafío de hacerlo accesible, útil y responsable.


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